Colección: Esperidion

"No hacemos artesanías, transmitimos la enseñanza que heredamos de los que estuvieron antes que nosotros”

La lana de oveja y llama las consigo de mis esquilas, la "esquila" es cortar la lana de mis ovejas o llamas en verano, es a lo que más atención le pongo porque cuido mucho a mis animales, generalmente los tengo a campo abierto.

Lavo varias veces la lana y las preparo para el hilado en rueca, todo es un proceso muy largo. Lo aprendi de mi padre, él ya no está, vivíamos de esto y él aprendió de su padre, y su padre del suyo y así hasta el principio.

Hoy yo no tengo a quien dejar estas técnicas, a los jóvenes ya no les gusta así que, por ahí, le enseño a alguien con la esperanza de preservar saberes que se vienen transmitiendo de generación en generación.

Hago mis tapices y ponchos solo, en el telar que viene de mis antepasados porque mi padre de joven lo usaba así que seguro que era de mi abuelo o de antes aún.

Casi nunca tiño los tapices, me gustan naturales, como son y si transmito algún color en telar es porque quiero dejar algo, por ejemplo, cuando estoy creando si es que siento alegría uso el verde, si estoy muy ansioso por terminar seguro que encontras algún rojo en el tejido.

Los colores naturales reflejan la nobleza del animal que nos cedió su lana, en un equilibrio del todo, para que nosotros podamos producir y con eso subsistir, cada tapiz en telar dependiendo del tamaño puede tardar 30 días de trabajo o más.

Vivo de lo que hago con mis manos y es lindo pensar que en alguna casa alguien va a recibir mis obras y va a pasar a ser parte de un hogar.