Colección: Asunciona

Nací en una comunidad aborigen y a los 15 años aprendí a crear obras textiles, mis abuelos enseñaron a mis padres y ellos me regalaron los saberes de las lanas, la clasificación de los colores, incluso antes de aprender a leer y escribir.

Me dijeron: “...estas costumbres jamás debemos perderlas, somos únicos por éste saber, el trabajo de crear con las manos, es dignidad, es la herencia ancestral que dejamos a los que vienen después de nosotros"

Conozco el arte de tejer en telar, en el mismo que heredé de mis abuelos, es una herramienta de trabajo que viene desde varias generaciones, me gusta trabajar con este telar, nos llevamos bien. 

Uso lana de oveja o llama para mis obras, el hilado lo hago en pusca y para el teñido utilizo tinte natural de la zona como la cebolla, yerba, ceniza, remolacha, airampo y una serie de hierbas comunes en este suelo árido como la lampaya y el achiote.

Para que el color “prenda” en la lana utilizamos de mordientes limón, alumbre o sal. Hago mantas, tapices, frazadas, alfombras y pies de cama. 

Con esto sustento a mi familia, vivimos, a veces cuesta pero somos felices.

Enseño telar a mis hermanos, aprendemos que tejiendo y enseñando sirve de terapia y así hace casi 30 años que me dedico a esto. Estoy muy orgullosa de lo que hago, creo que de alguna forma ayudo a que estos saberes ancestrales no se pierdan.

Les mando un fuerte abrazo a todos y gracias por detenerse un ratito a conocerme.